top of page

Una pinsa del mangiapane es una simple pinsa hasta que alguien se la come

Seamos honestos: la vida está llena de cosas simples.


Una pinsa sobre la mesa es solo harina, agua, levadura, ingredientes encima.

Una mesa es.... sólo madera.

Una noche es solo… otra noche.


Hasta que decides cambiarlo todo (y esto depende sólo de tí).


En Mangiapane no vendemos pinsas: vendemos el momento exacto en que te das permiso, la oportunidad, de romper la rutina. De darte un pequeño homenaje. El momento en que, sin darte cuenta, cierras los ojos al morder y sientes ese crujido que te recuerda que estás empezando a hacer algo memorable.


Cada pinsa que hacemos aquí nace de manos humanas, no de fábricas. Fermentamos la masa 72 horas porque nos importa tu cuerpo. Elegimos ingredientes frescos porque queremos quedarnos en tu memoria a largo plazo.

Ponemos atención al horno, al corte, al plato… porque sabemos que no estás buscando comida: estás compartiendo algo diferente con los tuyos.


¿Sabías que hay gente que viene sola a Mangiapane solo para tomarse una pinsa y viajar, aunque sea por un instante, al Sur de Italia? Gente que trae a sus amigos porque sabe que generará un Wow Effect que será el pistoletazo de salida a, quizás, una noche inolvidable.



La pregunta es: ¿Cuándo fue la última vez que te diste algo así?



 
 
 

Comments


bottom of page